Ungoliant y las Arañas de la Primera Edad: La Oscuridad Insondable
Introducción
Entre las criaturas más aterradoras de los escritos de J.R.R. Tolkien se encuentra Ungoliant, una entidad cuya mera existencia hizo temer al mismísimo Morgoth, el Señor Oscuro original. En este artículo, exploramos a fondo la historia de Ungoliant y su descendencia, las arañas de la Primera Edad, adentrándonos en los misterios y terrores que trajeron a la Tierra Media.
Orígenes Misteriosos
El origen de Ungoliant es un enigma que ha desconcertado a los estudiosos de Tolkien. Algunos creen que podría haber sido una Maia, aunque no está entre los Ainur conocidos mencionados en "El Silmarillion". Se nos dice que "algunos han dicho que en edades muy anteriores, ella descendió de la oscuridad que rodea a Arda y que al principio era una de aquellas que Melkor corrompió para su servicio. Pero ella había repudiado a su maestro, deseando ser dueña de su propio destino, tomando todas las cosas para alimentarse de su vacío".
La Morada de Ungoliant
En los primeros días del mundo, Ungoliant hizo su morada en las tierras de Avathar, al sur de Valinor. En un barranco vivía, tomando la forma de una araña de monstruosa figura, tejiendo sus telas negras en una hendidura de las montañas. Allí absorbía toda la luz que podía encontrar y la volvía a tejer en redes oscuras de sombría opresión.
La Alianza con Melkor
Aunque Ungoliant repudió a Melkor, se alió con él una vez más por un breve tiempo. Después de que Melkor fomentara la discordia entre los Noldor en Valinor, huyó hacia el sur buscando la ayuda de Ungoliant. Juntos, se dirigieron al norte en secreto, con Ungoliant cubriéndolos con una oscuridad absoluta conocida como la Oscuridad Devorante. Esta habilidad no podía ser penetrada por ningún ojo, pues era un vacío absoluto.
La Destrucción de los Dos Árboles
Enmascarados en la oscuridad, Melkor y Ungoliant llegaron a los Dos Árboles que daban luz a todas las tierras de Valinor. Melkor golpeó cada árbol en su base y Ungoliant puso sus biles colmillos en las heridas, bebiendo la luz. También drenó los Pozos de Varda, de modo que la única luz restante de los árboles residía en los tres Silmarils de Fëanor. Con el mundo sumido en la oscuridad, Melkor y Ungoliant huyeron de Valinor.
La Traición y la Huida
Después de robar una gran cantidad de joyas, incluidos los Silmarils, Melkor y Ungoliant cruzaron el Helcaraxë hacia las costas occidentales de la Tierra Media. En un momento de traición, Ungoliant exigió las joyas prometidas. Aunque Melkor le entregó muchas, retuvo los Silmarils. Ungoliant, habiendo devorado la luz de los Dos Árboles y las joyas menores, había crecido mucho más grande y poderosa. Melkor, agotado, fue atrapado por Ungoliant en sus redes y temió por su vida. Solo fue salvado por sus Balrogs, que acudieron a su llamada de auxilio.
La Descendencia de Ungoliant
Ungoliant huyó a las Ered Gorgoroth, las Montañas del Terror, donde engendró muchos descendientes que infestarían el valle al sur, conocido como Nan Dungortheb, el Valle de la Muerte Terrible. Se nos dice que "Ungoliant descendió a Beleriand y habitó bajo las Ered Gorgoroth en ese oscuro valle que después se llamó Nan Dungortheb, debido al horror que engendró allí". Incluso después de que Ungoliant partiera, sus descendientes permanecieron y tejieron sus horrendas telas, contaminando el valle y sus aguas.
Los Valientes que Cruzaron Nan Dungortheb
Pocos se atrevieron a cruzar Nan Dungortheb. Aredhel, la hija del alto rey Fingolfin, y Beren, el mortal que conquistó el corazón de Lúthien, son dos ejemplos notables. Aredhel logró cruzar exitosamente el valle, mientras que Beren lo hizo en su huida de las fuerzas de Morgoth, aunque nunca habló de su viaje para evitar revivir el horror.
El Final de Ungoliant
El destino final de Ungoliant es tan misterioso como su origen. Se dice que "algunos han dicho que terminó hace mucho tiempo, cuando en su hambre más extrema se devoró finalmente a sí misma". Sin embargo, su maligna descendencia continuó atormentando a los pueblos de la Tierra Media durante miles de años. La más famosa de sus descendientes fue Shelob, la gran araña que habitó en las montañas entre Mordor y Gondor, y cuyas arañas oscuras infestarían el Bosque Negro, que en las peliculas se le conoce como ella la-araña.
Conclusión
Ungoliant y su descendencia dejaron una marca imborrable en la historia de la Tierra Media. Su oscuridad y terror persistieron a lo largo de las edades, y sus actos de devastación y traición son recordados como algunos de los eventos más sombríos en los escritos de Tolkien. Aunque su origen y su final permanecen envueltos en misterio, el legado de Ungoliant como una fuerza de oscuridad y maldad es indiscutible.
No te vayas y sigue explorando el blog leyendo los gigantes congelados de Komi.