Una genial banda de rock salvadoreño

Los Vikings de Usulután: La Nostalgia Sonora de la Época Dorada del Rock Salvadoreño  

De garajes tropicales a leyendas eternas: La historia del grupo que conquistó América con acordes y melancolía

El Eco de un Concierto que Revivió Cuatro Décadas de Silencio

El 23 de noviembre de 2012, el parque público de Usulután vibró con un rumor que parecía sacado de un sueño colectivo. Bajo el cielo estrellado de las Fiestas Patronales, seis hombres mayores, guitarras en mano, subieron al escenario para revivir una leyenda dormida. Era Los Vikings, la banda que cuatro décadas atrás había definido el sonido de una generación. Aquella noche, mientras las primeras notas de "Sentado en la verja del camino" resonaban entre palmeras y memorias, el tiempo se desdibujó: el rock salvadoreño, aquel que alguna vez fue joven, rebelde y lleno de promesas, volvió a latir.  


Orígenes: Cuando Usulután se Vistió de Rock & Roll


En la década de 1960, mientras el mundo se sacudía con The Beatles y The Rolling Stones, en el corazón de El Salvador, un pueblo de oriente llamado Usulután escribía su propia revolución musical. Entre calles polvorientas y brisas del Pacífico, seis jóvenes —Remberto Trejo, Gustavo Larreinaga, Juan López González, Víctor Moreno, Payín Moreno y Armando Martínez— se reunieron en garajes improvisados para dar vida a "Los Vikings".  


No eran solo músicos; eran pioneros. Con un organo Hammond, guitarras eléctricas y una batería que imitaba el ritmo de las olas, fusionaron el "garaje rock" estadounidense con la calidez tropical. Su nombre, inspirado en mitos nórdicos, contrastaba con su esencia: canciones sobre amores perdidos, verjas de caminos rurales y melodías que hablaban al alma.  


La Época Dorada: Cuando El Salvador Conquistó las Ondas Radiales


Entre 1965 y 1973, Los Vikings no solo dominaron las radios locales; se colaron en México, Estados Unidos e incluso Australia. Firmados por "Discográfica Dimsa", grabaron cuatro LP y 50 canciones que se convirtieron en himnos. Su álbum debut, "Vikings" (1967), fue un terremoto cultural: temas como "Y en cambio tú" y "Cien mujeres" mezclaban melancolía poética con riffs contagiosos.  


Su éxito fue un fenómeno singular. En una época donde el rock en español aún buscaba su voz, Los Vikings ofrecieron una autenticidad cruda. Armando Martínez, guitarrista rítmico, recordaba en entrevistas: «No éramos imitadores. Tocábamos nuestra realidad: el amor, el mar, la tierra que nos vio nacer».  


Discografía: Cuatro LPs que Definen un Legado

1. "Vikings" (1967): El disco que los lanzó al estrellato. Incluía "Sentado en la verja del camino", canción que narraba la espera adolescente con una simpleza universal.  

2. "La Inmensidad" (1969): Un viaje experimental con arreglos de órgano psicodélico y letras introspectivas.  

3. "Vikings III" (1971): Consolidación de su sonido, con ritmos bailables y coros armonizados.  

4. "Despedida" (1973): Un adiós anticipado, lleno de guitarras distorsionadas y desgarradoras baladas.  


El Silencio de 1973: Cuando las Guitarras Callaron 


En el pináculo de su fama, la banda anunció su separación. Cada miembro partió a buscar caminos individuales en otros países, dejando tras de sí un vacío en la escena musical. Las razones fueron múltiples: presiones de la industria, el desgaste de giras interminables y, quizás, el peso de ser símbolos de una juventud que ya no era.  


Pero su música nunca murió. "Melodía para ti" siguió sonando en radios de San Salvador, Los Ángeles y Sídney, como un fantasma sonoro que resistía al olvido.  


El Renacer: 2002 y 2012, Dos Conciertos que Unieron Generaciones 


En 2002, tras 29 años de silencio, Los Vikings volvieron por una noche. Fue un acto de nostalgia pura, donde padres e hijos cantaron juntos las mismas letras. Pero la verdadera magia llegó en 2012, durante las Fiestas Patronales de Usulután. Con Remberto Trejo, ya septuagenario, liderando los coros, la banda demostró que el rock no tiene edad.  


El concierto fue un viaje en el tiempo: adolescentes con smartphones grababan covers de canciones grabadas décadas antes de su nacimiento. «Fue como ver a mis abuelos convertirse en estrellas de rock», comentaba un joven asistente.  


Legado: Más que una Banda, un Patrimonio Cultural 

Hoy, Los Vikings son un símbolo de identidad. Su música, catalogada como "garaje rock con alma tropical", sigue inspirando a nuevas bandas centroamericanas. En 2020, su canción "Cien mujeres" fue sampleada por un DJ australiano, llevando su sonido a festivales electrónicos.  


Pero su verdadero triunfo es intangible: son la banda que logró que un pequeño pueblo salvadoreño se colara en la historia global del rock. Como dijo el escritor Carlos Velis en su libro "Crónicas de la Nueva Ola": «Los Vikings no necesitaron cruzar el Atlántico para ser héroes. Su Odisea fue convertir a Usulután en un mito».  


Epílogo: La Melodía que Nunca se Apaga


En algún rincón de El Salvador, una radio comunitaria aún pone "Y en cambio tú" al atardecer. Es un ritual nostálgico, un recordatorio de que la música verdadera no entiende de fechas ni fronteras. Los Vikings pueden haber dejado los escenarios, pero sus acordes, como el viento que mece las palmeras de Usulután, siguen viajando. En cada nota, en cada recuerdo, la época dorada del rock salvadoreño sigue viva.  


Pero lee también sobre quien escribió y compuso la canción "El Amigo que Perdí", se que te gustará.