Iglesia el Calvario, Metapán 1959

El Señor de Ostúa: Patrimonio Religioso y Cultural de Metapán


Introducción: Un legado de fe y tradición


En el corazón de Metapán, una ciudad cargada de historia y tradiciones en el occidente de El Salvador, se levanta una devoción especial hacia una figura religiosa única: el Señor de Ostúa. Conocido como el segundo patrono de la ciudad, esta imagen no solo simboliza la fe profunda de los metapanecos, sino también una historia de resistencia y esperanza que se remonta a tiempos coloniales.


Este artículo explora los orígenes, la historia y el impacto cultural del Señor de Ostúa, resaltando cómo esta devoción ha perdurado a través de los siglos.


El Origen del Señor de Ostúa: Un Cristo con Historia Antigua


La figura del Señor de Ostúa está estrechamente vinculada al arte sacro del siglo XVI. Según la tradición oral, la imagen fue tallada por el renombrado imaginero Quirio Cataño, el mismo que dio vida al icónico Cristo Negro de Esquipulas. Esta conexión no es menor, ya que ambas imágenes comparten un estilo estético y un simbolismo profundo que ha cautivado a los fieles durante generaciones.


El Señor de Ostúa, al igual que el Cristo de Esquipulas, se caracteriza por una expresión serena y una anatomía realista, elementos que invitan a la contemplación y el recogimiento espiritual. La elección de Cataño como autor añade un aura de prestigio y sacralidad a la imagen, reforzando su importancia en la historia religiosa de El Salvador.


La Tragedia de Ostúa y el Traslado a Metapán


La ciudad de Ostúa, de donde proviene la venerada imagen, fue un asentamiento floreciente en la hacienda San Jerónimo, hasta que desastres naturales obligaron a sus habitantes a abandonar el lugar. Terremotos, inundaciones y otros fenómenos dejaron en ruinas el antiguo poblado, forzando a los sobrevivientes a buscar refugio en la cercana Metapán, conocido antes como San Pedro Metapán. 


El Señor de Ostúa, San Jerónimo


Con ellos llevaron su más preciado tesoro: el Señor de Ostúa. Este traslado no solo significó el desplazamiento físico de una imagen religiosa, sino también el traslado de un símbolo de identidad y unidad comunitaria. Al llegar a Metapán, la imagen encontró un nuevo hogar en la iglesia del barrio El Calvario, donde se ha mantenido como un pilar de la vida espiritual de la ciudad.


La Celebración Anual: Fe y Cultura en el Barrio El Calvario


Cada año, el domingo antes del Miércoles de Ceniza, los metapanecos se reúnen para celebrar al Señor de Ostúa. Esta festividad es un evento solemne y alegre a la vez, que combina elementos religiosos con expresiones culturales autóctonas.


La celebración incluye misas, procesiones y actividades comunitarias que refuerzan los lazos sociales. El barrio El Calvario se convierte en el epicentro de la devoción, con calles adornadas y una atmósfera de fervor y agradecimiento. Esta fiesta no solo honra al santo patrono, sino que también revitaliza el sentido de identidad y pertenencia entre los habitantes de Metapán.


Importancia Cultural y Espiritual del Señor de Ostúa


Para los metapanecos, el Señor de Ostúa es mucho más que una figura religiosa; es un símbolo de protección, esperanza y continuidad. En tiempos de dificultad, la comunidad recurre a esta imagen en busca de consuelo y fortaleza, confiando en su poder intercesor.


Altar del señor de Ostúa


La devoción al Señor de Ostúa es una muestra palpable de cómo la fe puede convertirse en un elemento cohesionador, capaz de trascender generaciones y adaptarse a nuevos contextos. A través de esta figura, los metapanecos mantienen vivas sus tradiciones y reafirman su compromiso con sus raíces culturales y espirituales.


Fuentes y Referencias para Profundizar


Para aquellos interesados en explorar más sobre el Señor de Ostúa y su impacto en la comunidad de Metapán, se recomiendan los siguientes recursos:


Artículo académico: "Aproximación etnográfica de la fiesta patronal del Señor de Ostúa en Metapán", publicado en la Revista de Museología "Kóot". Este estudio ofrece un análisis detallado de los aspectos culturales y rituales de la festividad.


Noticia destacada: "Ostúa, 'la ciudad olvidada' de Metapán con viejos recuerdos", publicada en La Prensa Gráfica, brinda una visión nostálgica sobre el antiguo poblado y su relación con el santo patrono.


Conclusión: Un Patrimonio Vivo en el Corazón de El Salvador


El Señor de Ostúa no es solo una imagen religiosa, sino un testimonio viviente de la historia y la resiliencia de los metapanecos. Su presencia en Metapán simboliza la capacidad de una comunidad para superar adversidades y mantener viva su fe.


La devoción al Señor de Ostúa es, en última instancia, un legado compartido que sigue inspirando a nuevas generaciones, reafirmando el poder de la tradición y la espiritualidad en la construcción de identidades colectivas.

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