La Leyenda del Niño Diabólico de Freund en San Miguel: Entre el Mito y el Terror Urbano
En El Salvador abundan las leyendas urbanas que mezclan lo cotidiano con lo sobrenatural. Una de las más inquietantes surge en la ciudad de San Miguel, específicamente en una de las sucursales más antiguas de la reconocida empresa Freund, compañía de origen alemán fundada en 1913. Esta historia de terror en San Miguel, conocida como la leyenda del niño diabólico de Freund, ha circulado durante décadas en redes sociales y conversaciones locales, marcada por el testimonio de un exempleado que asegura haber vivido experiencias paranormales dentro de la ferretería. Su relato ha dado origen al mito del niño diabólico de Freund, un ente al que se le ofrecían dulces como ofrenda para evitar sus travesuras.
El Origen de la Leyenda del Niño Diabólico
Según el exempleado, a quien llamaremos Juan para proteger su identidad, los sucesos comenzaron en la década de los 90. Juan había ingresado a trabajar en la sucursal del centro de San Miguel luego de salir de su servicio militar del cuartel, y durante algún tiempo sus labores se desarrollaron con normalidad. Todo cambió una noche al cierre del local. El vigilante mencionó haber visto a un niño en el área de fontanería, lo que llevó a Samuel a revisar. Allí lo encontró: un pequeño con apariencia inquietante, cabello negro peinado hacia un lado, piel clara y aspecto de “otro tiempo”. El niño jugaba con un peluche y, al percatarse de su presencia, salió corriendo hacia los pasillos.
Lo más aterrador ocurrió cuando Juan intentó seguirlo: las luces del lugar parecieron apagarse por completo, sumiéndolo en una oscuridad sofocante que solo él podía percibir. Paralizado por el miedo, logró volver con el vigilante, quien le aseguró que las luces nunca se habían apagado. Esta experiencia marcó el inicio del mito del niño diabólico de Freund, uno de los mitos salvadoreños más escalofriantes, bueno estimados lectores, de San Miguel.
Manifestaciones Paranormales en la Ferretería
Tras ese encuentro inicial, Juan asegura que los fenómenos extraños se volvieron frecuentes. Entre ellos:
Risas infantiles escuchadas en pasillos vacíos.
Peluches abandonados que aparecían misteriosamente en distintos lugares.
Tormentas ilusorias, con truenos ensordecedores que, al salir al exterior, no tenían rastro alguno.
El miedo fue en aumento hasta que Samuel recibió un llamado inesperado del gerente. Al acudir a la oficina, lo recibió otro hombre cuya identidad nunca reveló. Este personaje le ofreció un “trabajo especial”: dejarle semanalmente una ofrenda de dulces a aquel niño, al que llamaban Brahms, un supuesto demonio vinculado a la ferretería.
El Pacto con Brahms, el Demonio
Según lo explicado a Juan, Brahms no era un simple espíritu, sino un demonio proveniente de Inglaterra, vinculado a la antigua imagen del logotipo de la empresa. Se decía que el ente viajaba y se alojaba en muñecos diseñados a su semejanza, lo que lo convertía en una presencia constante e imposible de ignorar. El trato era simple: colocar dulces en un lugar oscuro de la bodega para mantenerlo tranquilo. A cambio, quien cumpliera con la tarea recibiría buena suerte en el amor y los negocios. Samuel aceptó, presionado por la necesidad económica, sin imaginar las consecuencias de este pacto con el Brahms demonio.
El Error que Desató la Tragedia
Con el paso del tiempo, Samuel se acostumbró a cumplir con las ofrendas. Sin embargo, un error lo llevó a vivir su experiencia más perturbadora. Una joven empleada de Jocoro, recién contratada, encontró y comió uno de los dulces destinados al niño diabólico de Freund. Poco después comenzó a enfermar gravemente, perdiendo peso y deteriorándose de manera inexplicable. Juan relata que al visitarla en su casa fue testigo de una escena desgarradora: la joven estaba consumida, y de su cuerpo brotaban gusanos negros. Según los brujos consultados por su familia, se trataba de una posesión oscura demasiado poderosa para ser revertida. La joven falleció poco después, marcando profundamente a Juan.
Dulces como Ofrenda y Sacrificio
El exempleado asegura que, tras la muerte de la joven, le fue revelado un aspecto aún más macabro del pacto: una vez al año debía colocarse un dulce en los estantes para que algún cliente lo consumiera, lo que supuestamente garantizaba la prosperidad de la empresa. Horrorizado por la propuesta, Juan renunció, hipotecó su casa y emigró a Estados Unidos, donde aún reside. Hasta hoy mantiene que lo ocurrido fue real y que Brahms sigue presente en el lugar, oculto entre pasillos y estantes, esperando sus ofrendas.
El Trasfondo Mitológico de Brahms
El nombre Brahms no es casual. En la mitología europea se han registrado referencias a un demonio llamado Der Brams, vinculado a cruces de caminos y rituales de brujería en Italia durante la Edad Media. Conocido como “el bromista Lofolet”, este ser era invocado con sacrificios y considerado guardián de portales hacia lo sobrenatural. El paralelismo entre esta figura y el niño diabólico de Freund sugiere que la leyenda salvadoreña podría tener raíces en antiguas creencias demonológicas traídas desde Europa, consolidándola como uno de los mitos de San Miguel más intrigantes.
¿Mito Urbano o Realidad Inquietante?
Hoy en día, la figura infantil ya no aparece en el logotipo de la empresa, lo que muchos relacionan con un intento de desvincularse de la leyenda. Sin embargo, el mito del niño diabólico de Freund sigue vivo en San Miguel, transmitido de boca en boca y reforzado en redes sociales. Quienes conocen la historia advierten que, al visitar la tienda, es mejor no aceptar dulces de desconocidos ni recoger caramelos que aparezcan en estantes o pasillos. La advertencia final es clara: si duermes pensando en Brahms, quizá aparezca en tus sueños.
Conclusión
El caso del niño diabólico de Freund es uno de los relatos urbanos más extraños y perturbadores de El Salvador y la ciudad de San Miguel. Une lo empresarial con lo sobrenatural, lo cotidiano con lo demoníaco, y refleja cómo los mitos salvadoreños sobreviven al paso del tiempo enraizados en el miedo colectivo. Verdad o invención, esta historia de terror en San Miguel continúa siendo motivo de misterio, cautivando a quienes se atreven a escucharla.