La Gesta de los Cuarenta y Cuatro: Un Capítulo de Rebeldía en la Historia de El Salvador
En el complejo entramado de la historia salvadoreña, el levantamiento conocido como la rebelión de los Cuarenta y Cuatro resalta como un episodio que marcó el ocaso de un régimen y el ascenso de una nueva élite política. Este movimiento revolucionario, gestado en 1894, tuvo su epicentro en la ciudad de Santa Ana y culminó con la caída del presidente Carlos Ezeta, un militar que gobernaba con mano firme desde 1890.
El Contexto de la Rebelión: El Régimen de Carlos Ezeta
El ascenso al poder de Carlos Ezeta
Carlos Basilio Ezeta asumió la presidencia de El Salvador el 22 de junio de 1890 tras un golpe de Estado contra el general Francisco Menéndez. Aprovechando la efervescencia de una celebración pública en la plaza de armas de San Salvador, Ezeta tomó las riendas del país, instalándose como presidente provisional. El 1 de marzo de 1891, asumió oficialmente como mandatario electo, con su hermano Antonio Ezeta como vicepresidente.
Durante su gobierno, se registraron logros significativos en áreas como la educación, la salud y las finanzas. Entre ellos destacan la construcción del Hospital Rosales y la instalación de la estatua del capitán general Gerardo Barrios. Sin embargo, su administración también se caracterizó por políticas fiscales draconianas que, al duplicar los impuestos a las exportaciones de café, sembraron el descontento entre los sectores productivos del país.
El germen de la revolución
En 1893, una crisis económica exacerbó las tensiones políticas. Mientras algunos opositores encontraban refugio en Guatemala, donde contaban con el apoyo del presidente Manuel Estrada Cabrera, otros, dentro del territorio salvadoreño, trabajaban para financiar la insurrección. La figura de Rafael Antonio Gutiérrez emergió como líder de un movimiento que buscaba terminar con la hegemonía de los Ezeta.
El Estallido de la Rebelión
Los primeros movimientos
El levantamiento comenzó bajo el liderazgo del coronel Horacio Villavicencio y el general Tomás Regalado. Desde Santa Ana, la revolución se consolidó como un movimiento organizado. Enfrentaron a las fuerzas gubernamentales en diversos frentes, aunque las bajas iniciales obligaron a los insurrectos a replegarse y reagruparse.
La batalla decisiva en Coatepeque
El 24 de mayo de 1894 marcó un punto de inflexión en la rebelión. Divididos en tres columnas, los revolucionarios, liderados por los coroneles Teodoro Rivas, Luis Sánchez y José Natividad Rodríguez, lanzaron un ataque coordinado contra las fuerzas de Antonio Ezeta en Coatepeque. Las fuerzas gubernamentales fueron derrotadas, obligando a Ezeta y sus aliados a retirarse a Santa Tecla.
La victoria en Coatepeque permitió que las tropas revolucionarias extendieran su control a otros departamentos, consolidando su influencia en regiones como Ahuachapán, Sonsonate y Cojutepeque.
La Caída del Régimen Ezeta
La retirada de los Ezeta
Con las fuerzas gubernamentales debilitadas y las comunicaciones interceptadas, Carlos Ezeta optó por abandonar la capital. El 9 de junio de 1894, huyó a Costa Rica a bordo del vapor Valeria, mientras su hermano Antonio partió poco después hacia San Francisco en el cañonero estadounidense Bennington. La revolución había triunfado.
El ascenso de Rafael Antonio Gutiérrez
El 10 de junio de 1894, los generales Luis Alonso Baraona y Manuel Rivas ocuparon San Salvador. Ese mismo día, Rafael Antonio Gutiérrez fue declarado presidente provisional. Su gobierno marcó el inicio de una nueva etapa en la historia del país, caracterizada por la consolidación del poder de una élite militar y cafetalera.
Los Protagonistas de la Rebelión
El movimiento revolucionario fue encabezado por un grupo diverso de hombres y mujeres. Entre los más destacados figuran Rafael Antonio Gutiérrez, Tomás Regalado, Doroteo Caballero y Prudencio Alfaro. Sin embargo, investigaciones recientes han resaltado la participación de siete mujeres, quienes contribuyeron activamente al éxito del levantamiento: Carmen González, Dolores Cámbara, Bernarda Calderón, Fulgencia de Peña, Eusebia de Monterrosa, Fidelina Chinchilla y Lidia Calderón Macall.
Legado y Significado Histórico
La rebelión de los Cuarenta y Cuatro no solo marcó el fin del gobierno de los hermanos Ezeta, sino que también consolidó un modelo político donde el poder quedó en manos de una élite militar y cafetalera. Este episodio es recordado como un ejemplo de la resistencia contra la opresión y la búsqueda de un gobierno más representativo.
Conclusión
La gesta de los Cuarenta y Cuatro es un recordatorio del dinamismo y la complejidad de la historia salvadoreña. Desde las calles de Santa Ana hasta las llanuras de Coatepeque, este capítulo representa un punto de inflexión en la lucha por un país más justo y equitativo. En la memoria colectiva, estos hombres y mujeres se erigen como símbolos de valentía y determinación frente a la adversidad.
LISTA DE LOS 44 HÉROES
1-Doroteo Caballero
2-Rafael Antonio Gutiérrez
3-Tomás Regalado
4-Francisco Hurtado
5-Prudencio Alfaro
6-Mariano Morán
7-Joaquín Pérez
8-Lizandro Arévalo
9-Abelardo Bracamonte
10-Juan Castro
11-Aquilino Duarte
12-Luis Gómez
13-Macedonio Marroquín
14-Francisco Gómez
15-Vicente Retana
16-Ramón Flores
17-Luis Pineda
18-Rosendo Guevara
19-Marcelino Monterrosa
20-Juan Escobar
21-Luciano Monterrosa
22-Tranquilino Sánchez
23-José Miguel Alfaro
24-Agustín Linares
25-Luis Mathies
26-Juan Ortiz
27-Adolfo Alvarenga
28-Heriberto Alvarenga
29-Máximo González
30-Faustino Acevedo
31-Nicolás Alvarenga
32-Eduardo Morales
33-Alfonso García
34-Santiago Calidonio
35-Alejandro Cabrera
36-Reyes Rivera
37-Mariano Ramos
38-Domingo Campos
39-Manuel Quintanilla
40-Carmen González
41-Dolores Cámbara
42-Bernarda Calderón
43-Pedro Salguero
44-Rodolfo Morales
Espero te haya gustado esta publicación y si así fue, te invito a continuar explorando el blog y leer otras leyendasne historias, pero es muy probable que te interese leer sobre las catorce familias de El Salvador.