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viernes, 25 de enero de 2019

Serpientes Gigantes de El Salvador, una Historia de Ahuachapan







Serpientes Gigantes de El Salvador

Saludos amigos y bienvenidos de nuevo a otro artículo más en su blog favorito de leyendas e historias de El Salvador y el mundo; en esta oportunidad vamos a conocer una leyenda o creencia popular de El Salvador. Una sobre serpientes gigantes, de esas las cuales nuestros antepasados aseguran las vieron y que también creencias populares aseguran que aún existen en lo más remoto de la campiña salvadoreña.

Serpientes Gigantes

Estas leyendas y anécdotas, los cuales relataban nuestros ancestros y hoy en día los más ancianos de los pueblos y cantones del país, son más populares de lo que te imaginas y en mi caso voy a transmitirles un relato sobre serpientes gigantes de El Salvador; uno que me fue contado por unos señores ya de avanzada edad en la zona de Costa Brava, departamento de Ahuachapan. En ese sector de Costa Brava y al bajar del autobús que de Sonsonate te lleva a la frontera La Hachadura, por todo el litoral de Ahuachapan, justo en la parada de Costa Brava su servidor debía caminar cinco kilómetros hasta mi destino final, ese destino era un terreno de un familiar el cual contaba con 40 manzanas de extensión ¿Grande verdad? Aquí residí todo un año como castigo por mi mal comportamiento en mi época de estudiante de bachillerato. Los vecinos de esos sectores residían muy distantes uno de otros, aun así era una zona muy tranquila; se caminaban largas distancias junto a un colono del lugar para visitar a los vecinos del sector allá por el año de 1991. Qué bonitos tiempos amigos, todas esas caminatas muchas veces iluminado solo por la luna.



Este sector no está muy retirado del parque nacional El Imposible, por lo que muchos terrenos vecinos de unas 200 manzanas de terreno en promedio o más de ser posible, mantenían una buena cantidad de tierras como bosques, quizá porque en un tiempo eran parte del parque nacional El Imposible; además al sur también se encuentra el bosque salado en la zona de la Barra de Santiago. Ese es otro sitio protegido y con amplia variedad de vegetación y fauna silvestre protegida, en estos sitios pude observar muchos tipos de serpientes, aunque jamás de las famosas gigantes que mencionan los ancianos eh. Vi Mazacuatas, víboras castellanas, serpientes, zumbadores, tamagás, coral, bejuquillas y algunas más extrañas que otras.




Estas son zonas preciosas y en especial esa zona de El Salvador, amigos, en donde observe una fauna inmensa, entre esta: coyotes, conejos, zorrillos, zorros, cocodrilos y pumas, así como una gran cantidad de aves y las más abundantes eran las garzas blancas y de elegante vuelo; pero aquí venimos a hablar de las famosas serpientes gigantes amigos así que vamos a ello. En cierta ocasión visitábamos un vecino que era el más cercano al terreno de mi tío, de nombre Santiago, algunas veces viajamos a pie y muchas más a caballo; si amigos, pues aprendí a cabalgar en dicho lugar. Casi siempre acostumbramos pasar a visitarle de camino al río cuando íbamos a nadar o a pescar.

Don Santiago nos hablaba de muchas curiosidades del sitio y nos entretenía más escucharlo, hablaba de las lluvias, crecientes y secretos de la agricultura, otras veces de espantos, bultos y otras cosas misteriosas, pero uno de esos días salió a la luz la conversación sobre las serpientes gigantes, esas que los mayores del sitio llaman "sierpes", nos dijo que otro vecino cercano a él; bueno a tres kilómetros de distancia de su casa. Nos contó que ese vecino y amigo suyo, al cual le llamaba don Cheyo, tuvo un encuentro con uno de estos monstruos, Santiago era un hombre como de 60 años, allá por 1991, así que no sé si aún estará vivo y don Cheyo tenía como 70 años o más, dudo mucho que aún vivan. Pues resulta que el encuentro de don Cheyo con esa serpiente fue en el terreno de mi tío hace mucho tiempo antes que él las adquiriera y este solo era un pequeño bosque.



Mucho antes de que mi tío fuese el propietario del terreno de 40 manzanas, estas estuvieron abandonadas y se formó un mini bosque por todo este terreno, a este terreno lo atraviesa en su totalidad una pequeña quebrada en la cual todo el año fluye agua, es muy bonita, amigos y es por eso que la gente del lugar iba en busca de peces y cangrejos a las pozas de aquella quebrada, o bien por conejos u otros animales que acostumbraban secar su sed en la quebrada; era una zona para cazar en el dichoso terreno, amigos, fue aquí en donde encontraron el rastro de grandes surcos de monte o zacate doblado por el paso de estas sierpes; bueno eso es lo que relatan los señores del lugar. Tanto los cultivos de maíz y maicillo de los terrenos vecinos aparecían doblados, esto supuestamente por el paso de estos enormes monstruos. Las sierpes que rondaban ese sitio eran gigantescas, según las descripciones de los habitantes del sitio.

¡Les llamaremos en adelante sierpes! Así como le llamaban o llaman los ancianos a estas criaturas, amigos, don Cheyo dice que en su juventud se topó con uno de estos monstruos en ese terreno, la vio y se quedó paralizado por el temor de lo que estaba viendo, jura que si hubiese podido abrazar a esa sierpe, sus brazos no le hubiesen alcanzado para poder cubrirla con un abrazo, su cabeza lo podía haber tragado de golpe sin dificultad alguna nos dijo, relata que solo lo vio y después de un momento el enorme monstruo continuó su camino abriéndose paso entre la alta maleza, eso si dejando un enorme rastro en forma de surco como de dos metros de ancho; don Cheyo había visto una sierpe... Una de esas de las cuales su padre y abuelo le habían contado durante toda su vida. Los ancianos dicen que cuando estas son demasiado, grandes escogen un cerro donde poder vivir bajo tierra dentro y dentro de el y los temblores que se sienten en el tiempo, se deben a que estas bestias se sacuden dentro de los cerros.

Un vecino de ellos de nombre Manuel corrió con distinta suerte, amigos, bueno eso es lo que relatan estos ancianos, Manuel en una de esas cacerías, pescas o recolección de alimentos, se topó con una enorme sierpe y aseguran que esta le mordió, ya que la sorprendió y asusto, Manuel dice que después de la mordida la sierpe se retiró, ¡Una muy enorme sierpe que dice era como de unos 12 metros! Aquel delgado hombre de inmediato se hinchó como si de una persona obesa se tratara; de alguna manera Manuel sobrevivió, aunque los ancianos no nos dicen como y que Manuel relata su historia cercana con la muerte, o poder haber sido el alimento del monstruo. En su forma particular de relatar las cosas de la gente del campo, Manuel relata que trato de escapar, pero la serpiente o sierpe, según creencias del campo, poseen electricidad y eso lo paralizó, por lo cual no pudo correr, también aseguran que su mirada posee propiedades hipnóticas.



No se que creer de este relato, pues no entiendo por qué no lo devoró, pero bueno, amigos, sigamos con esto de las serpientes gigantes de El Salvador, las personas dicen que estas sierpes se hacen gigantes y les salen unos cuernos los cuales atraen los rayos de las tormentas y las matan, es por esa razón que se introducen bajo tierra y viven bajo los cerros o montañas causando temblores cuando se sacuden; alcanzan un tamaño gigantesco y viajan bajo tierra para mudarse y habitar en el inmenso océano de manera definitiva, ¿increíble verdad? Esos terrenos sufrían las desapariciones de ganado, pues dicen que podían tragarse a un buey con suma facilidad. Amigos El Salvador está lleno de misterios y para muestra uno de ellos en este relato de las serpientes gigantes, no sé si en verdad existan y porque todos los ancianos del campo concuerdan en sus relatos con estas serpientes; más aunque en todo el país los relatos y versiones son casi idénticos. Yo no lo voy a asegurar eh, pero quien sabe.

Es así amigos como en El Salvador se relata desde hace mucho tiempo atrás anécdotas, historias y encuentros con estas serpientes gigantes o sierpes como les llaman nuestros ancianos; por hoy es todo amigos y les invito a estar pendiente del blog para nuevas publicaciones; me despido de ustedes hasta la siguiente publicación.

2 comentarios:

  1. Que interesante historia, yo pienso que los abuelitos le exageran a sus relatos de vez en cuando, mis abuelos eran así y solo lo hacian para entretenernos,pero en fin no me sorprenderia que en esos tiempos hubiesen existido sierpes gigantes.
    Sigue con el blog, lo estoy escudriñando y me ha encantado .

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  2. Me agrada que te guste el blog y bueno tenes razón, los abuelos exageraban con sus historias, saludos

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