Explorando la Maravilla Natural: Bosque Petrificado en El Salvador

¿Te gustaría conocer un lugar donde puedes ver árboles que se convirtieron en piedra hace millones de años? Si tu respuesta es sí, entonces debes visitar el bosque petrificado de Chalatenango, un sitio único en El Salvador y Centroamérica que te sorprenderá con su historia y belleza.

El bosque petrificado es un área de 12 manzanas ubicada en el Cerro El Dragón, en el municipio de Concepción Quezaltepeque, en el departamento de Chalatenango. En este sitio se han encontrado alrededor de 45 trozos de árboles fosilizados que tienen una edad estimada de entre 20 y 26 millones de años.

Los árboles petrificados son el resultado de un proceso natural que ocurre cuando la madera queda sepultada por la ceniza volcánica después de una erupción. Con el paso del tiempo, el material orgánico de la madera va desapareciendo y es reemplazado por minerales disueltos en el agua lluvia que se filtra por la ceniza. Así, los árboles se conservan con su forma original, pero adquieren la dureza y el color de la roca.

El bosque petrificado fue descubierto hace unos 30 años por Juan Francisco Escobar, el propietario del terreno donde se encuentra. Sin embargo, no fue hasta el año 2003 que lo dio a conocer públicamente, con la ayuda de algunos investigadores y medios de comunicación.

El bosque había quedado enterrado a unos dos metros bajo tierra, pero con la erosión del suelo se fue descubriendo poco a poco. Antes de saber lo que realmente eran, algunas personas usaban los trozos de árboles petrificados como base para los cimientos de las casas o como adornos. Otros los sacaban para venderlos o tenerlos como recuerdo.

En el bosque petrificado se pueden apreciar los troncos y las ramas de los árboles fosilizados, que tienen diferentes tamaños y formas. Algunos están aun sin desenterrar y se pueden ver sobresaliendo del suelo. Otros están expuestos en una especie de museo al aire libre, donde se han colocado sillas de madera para que los visitantes puedan recibir charlas sobre el sitio.

El árbol más grande y espectacular del bosque mide unos siete metros de largo y es considerado como el más grande en su especie, tanto en El Salvador como en Centroamérica. Se cree que estos árboles pertenecían a una especie extinta de coníferas, similares a los pinos actuales.

Además de los árboles petrificados, en el Cerro El Dragón se pueden observar otras evidencias de la actividad volcánica que ocurrió hace millones de años en esta zona. Por ejemplo, se han encontrado restos de ceniza volcánica y rocas ígneas. Se piensa que en este lugar pudo haber existido un volcán, llamado El Campanario, que fue el responsable de la petrificación de los árboles.

El bosque petrificado es un patrimonio cultural y natural del municipio de Concepción Quezaltepeque y del país. Por eso, se busca protegerlo y conservarlo para las generaciones futuras. Desde el año 2013, se iniciaron las gestiones para declararlo como Sitio Paleontológico Cerro El Dragón y como Patrimonio Cultural Nacional.

Para lograr este objetivo, se ha contado con el apoyo de varias instituciones, como la Universidad Tecnológica de El Salvador (UTEC), el Ministerio de Cultura, la Alcaldía Municipal y la Asociación Comunal Cerro El Dragón (ACED). Estas entidades han colaborado en la investigación, la educación, la promoción y el desarrollo turístico del bosque petrificado.

Asimismo, se ha involucrado a la comunidad local, especialmente a los jóvenes, para que sean los guardianes y los guías del bosque. De esta manera, se busca generar conciencia sobre la importancia de este lugar y sus beneficios para el medio ambiente y la economía.

El bosque petrificado está abierto al público todos los días, desde las 8:00 a.m. hasta las 4:00 p.m. El costo de la entrada es de $1.00 por persona y se debe pagar en la casa de Juan Francisco Escobar, que está ubicada en el caserío El Dragón, a unos 500 metros del bosque.

Para llegar al bosque petrificado se puede tomar la carretera que va desde Chalatenango hacia La Palma y luego desviarse hacia Concepción Quezaltepeque. El recorrido desde la capital hasta el municipio es de unos 90 kilómetros y se puede hacer en unas dos horas. Desde el centro del pueblo hasta el bosque hay unos 10 kilómetros más, que se pueden recorrer en carro o en mototaxi.

El bosque petrificado es un lugar que vale la pena conocer, ya que ofrece una experiencia única e inolvidable. Es un testimonio de la historia geológica y biológica de nuestro país, que nos invita a admirar y respetar la naturaleza. Si te animas a visitarlo, no olvides llevar ropa cómoda, zapatos adecuados, agua, bloqueador solar y cámara fotográfica. ¡No te arrepentirás! Pero no te vayas aún, te puede interesar leer la Aurora y su canto de la muerte en este enlace.

Más información:

Fuentes: historico.elsalvador.com, chalatenango.sv, es.wikipedia.org,