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viernes, 4 de enero de 2019

La Puerta del Diablo y el Origen de La Leyenda







¡El Origen de La Puerta del Diablo en El Salvador!

¡Bienvenidos amigos a su blog favorito de leyendas de El Salvador y el mundo, espero estén bien después de las fiestas de navidad y año nuevo! Hoy vamos a conocer o reescribir la leyenda de la famosa Puerta del Diablo en el municipio de Panchimalco, en San Salvador, El Salvador. Veamos como se originó este bello paraje natural y también su fantástica y preciosa leyenda.

La Puerta del Diablo y Cerro El Chulo

En El Salvador, a pocos kilómetros de la capital, descubrimos este hermoso parque natural, un complejo que incluye: Los Planes de Renderos, Parque Balboa, Parque de La Familia y La Puerta del Diablo, nos centraremos en el último lugar amigo. La leyenda abarca todos los parques antes mencionados, un kilómetro al sur del Parque Balboa encontramos la montaña El Chulo a 1070 msnm, su formación de piedra fue provocada por una tormenta hace 257 años, el 8 de octubre muy intensa entre el 0 y el 10, en 1762, en El Salvador, este fenómeno natural, denominado "Inundación de San Dionisio", provocó un derrumbe que partió el cerro en dos grandes peñascos.



San Dionisio entró por el Golfo de Fonseca en el oriental departamento de La Unión, durante tres días azotó la tormenta a El Salvador con lluvias sin cesar tanto de día como de noche, este también cambió el cauce del río Goascorán, ese río que sirve para delimitar la frontera entre El Salvador y Honduras, esto se debió, pues las ramas y grandes árboles que arrastro el río crecido y quedaban atorados en sectores de este, estos desviaban el caudal del río. El diluvio de San Dionisio fue un Huracán de categoría 1 con vientos de 160 kilómetros por hora, estos devastaron pueblos y ciudades del país y también alcanzó al cerro El Chulo en Panchimalco y lo partió en dos debido a la erosión y los deslaves. Es lo que hoy conocemos como la Puerta del Diablo en El Salvador, amigos.



Puerta del Diablo Leyenda

Pues la leyenda nos lleva a la fecha de 1822, el diluvio había pasado 60 años antes y quizás en este periodo de tiempo es donde tomo forma y nació la leyenda que conoceremos a continuación; pues en ese año de 1822 ya estaba construida la iglesia del pueblito de Panchimalco. Un bello pueblo entre montañas, la iglesia estaba dirigida por un cura de nombre Francisco, proveniente de Valladolid, España; un cura muy emprendedor y de la orden San Francisco de Asís. Dos años más tarde llegó procedente de Valencia, España, a tierras salvadoreñas Don Rosendo Renderos, este iba acompañado de su hija Maria de La Paz, bastantes criados y mucho dinero para comprar tierras en El Salvador.

Don Rosendo era viudo, amigos, pero tenía a su hija Maria de La Paz, la cual era una joven muy agraciada, está con su inusitada belleza impresionó a los indígenas de Panchimalco, ya que estos decían que se parecía mucho a la virgen de su iglesia y decían lo siguiente para referirse a Maria de La Paz: "tiene los mesmos ojitos y la mesma carita que la virgencita de la iglesia de Panchimalco". ¿Muy gracioso, verdad, amigos? Pues esa era la comparación entre Maria de La Paz y la imagen de la virgen de Panchimalco según los indígenas.

Los Renderos residieron por un buen tiempo en el convento de la iglesia de Panchimalco, mientras buscaban tierras que comprar en El Salvador, por fin Don Rosendo encontró lo que tanto buscaba como a diez kilómetros de San Salvador; compró las planicies rodeadas de cerros cerca del convento de Panchimalco. La intención de aquel valenciano era sembrar naranja con la abundante semilla que había traído desde Valencia, España.



¡Criados y patrón se pusieron manos a la obra preparando la tierra para sembrar la codiciada semilla, los criados españoles fueron insuficientes para realizar aquel trabajo y Don Rosendo decidió contratar mano de obra indígena del poblado de Panchimalco, estos en el trabajo confundían cantos y costumbres tantos los unos como los otros; la planicie llegó a tener mucha fama al grado que fue conocida como Los Planes de Renderos! Nombre que hasta hoy en día se le sigue otorgando a esta planicie. Así pasaba el tiempo y por las tardes, como una bonita costumbre de nuestras tierras, salía el señor cura a tomar el oloroso y sabroso chocolate, en compañía de Don Rosendo Renderos y su hija Maria de La Paz.

Pasó el tiempo y los naranjos se cubrieron luego de perfumadas flores y muy pronto el codiciado y delicioso fruto maduro, haciendo un contraste fantástico de la esmeralda del follaje con el oro de los frutos, esto motivó a crear un festival justo como el festival de la recolección de la uva en España, una fiesta grande y bonita la que viviría Los Planes de Renderos, se realizaron preparativos para el festival de la recolección de la naranja, se preparaban festones, gallardetes de colores y el señor cura hizo desde el púlpito un precioso panegírico referente a la festividad; Panchimalco estaba de fiesta, amigos, Los Planes de Renderos estaban de fiesta por el delicioso fruto de la naranja.

Al llegar la fecha de las celebraciones, comenzaron a salir hileras de indígenas de Panchimalco y sus vecindades aledañas, las mujeres con sus trajes de múltiples colores y pañuelos blancos en sus cabezas, el traje típico de las indígenas de Panchimalco, Don Rosendo y Maria de La Paz lucían sus mejores galas, él con el pantalón ceñido a la cintura y una faja roja de seda, así como con un sombrero negro de anchas alas, Maria de La Paz con su vestido de Maja, su peinetón y mantilla que hacían la figura de una auténtica y bella mujer española.

Con dificultad habían subido ya los del guitarrón, el tun, el tepunaguaxtle y los danzantes del Cujtaucujomet, que usaban las tradicionales mandíbulas de venado, pues la danza es la reminiscencia de sus más antiguas generaciones; las canciones españolas y las dulzuras de Valencia, así como los sones de Madrid también hicieron el deleite de los presentes.

Pero llegó la medianoche y entre bebidas como la de la tradicional chicha y el chocolate, pues cuando al sonar de la primera campanada de la medianoche, en la legendaria iglesia de Panchimalco, observaron camino arriba del cerro El Chulo hacer su inesperada entrada a un misterioso personaje, uno cuya cabalgadura era totalmente negra como la misma noche, de igual manera lo era su traje y sombrero; de los cascos de su corcel salían llamaradas de colores rojas, azules y verdes naranjas. El ambiente se impregnó con un tremendo olor a cacho quemado y azufre... El mismo demonio había bajado del cerro El Chulo al pueblito de Panchimalco.



¡El misterio se agitaba por todo el lugar y el caballero desmonta su corcel al tiempo que sonaba la primera campanada de las doce de la noche, este saluda a Maria de La Paz y desaparece como por encanto! ¡Un fuerte viento sacudió los naranjales y se sintió el olor a cacho quemado y azufre más fuerte! Corrió la voz de que el mismo demonio había bajado del cerro a la fiesta de la recolección de la naranja. ¡Después comenzó a correr de boca en boca que al caer la tarde y oscurecer la noche comenzaba a rondar por Los Planes de Renderos el mismo diablo! Este bajaba del cerro El Cholul o Chulo a conversar con la bella Maria de La Paz. Los rumores llegaron hasta el señor cura de Panchimalco quien ni lento ni perezoso mandó a llamar a Don Rosendo Renderos sin que Maria de La Paz se diese cuenta; de esta manera salieron en procesión un día jueves para prepararse de lo que vendría.

¡En la mañana del día viernes los indígenas de Panchimalco platicaron con los criados españoles y se ingeniaron un plan entre todos, acordaron sembrar un tronco grande y fuerte de conacaste al pie de la ventana de la bella Maria de La Paz, prepararon gruesas cadenas para atrapar y amarrar al mismo diablo! ¡Pues ya todo planeado y preparado se agazaparon frente a la ventana de la hija de Don Rosendo a esperar al diablo; efectivamente, al sonar la primera campanada de las doce de la noche, españoles e indios agazapados frente a la ventana junto al cura, vieron llegar al misterioso caballero y su negro corcel, el cura levantó la mano para rociar agua bendita, pero esta no le hizo nada! Los criados e indios salieron y saltaron sobre el diablo y lo sujetaron al tronco, el diablo en la pelea arrojaba a cuanto hombre intentaba sujetarle y en esa lucha logra soltarse y salto montando sobre su corcel echando llamas de sus cascos; huyó a toda velocidad rumbo al cerro El Chulo, pero huyó con tan mala suerte que se estrelló contra este partiendo la roca en dos. Con el impacto abrió un boquete en el cerro y en ese abismo cayeron jinete y corcel... En esos momentos se produjo un fuerte terremoto y un intenso temporal, los peñascos chocaron y los naranjos fueron sacudidos cayendo todos sus frutos por el suelo, por la pendiente de aquel cerro rodaron gigantescas rocas que sepultaron todo el pueblito de Panchimalco.

Después de tres días de intensa lluvia y deslaves, por fin salió el sol y la calma volvió a Panchimalco, para admiración de todo el mundo observaron el gigantesco boquete en el cerro el Cholul o Chulo, fiel testigo de lo ocurrido esa noche en el pueblo cuando se intentó capturar al diablo, nada en el pueblo quedó en pie más que solo el campanario de la iglesia de Panchimalco, que a día de hoy es el mismo y sigue estando en el mismo lugar de esa época.

¡Se cuenta que todas las tardes, por el camino que lleva de Los Planes de Renderos a Panchimalco, caminaba rezando la valenciana Maria de La Paz, llegaba al templo y se sentaba en el campanario derramando abundantes lágrimas que rodaban por las cuestas y poco a poco la tierra las consumía y las iba juntando en el fondo del lecho rocoso, hasta que al fin de tanto llorar se formó un nacimiento de agua que nace en forma de cascada detrás del cementerio de Panchimalco! ¡Cabe destacar amigos y si te da curiosidad, que la cascada existe y está en ese lugar al igual que el campanario! Sobrevivientes mudos de aquel fenómeno natural que sepultó a Panchimalco dando origen a esta bella leyenda; la leyenda de La Puerta del Diablo.

Cómo vez historia y mito se unen para dar vida a una de las leyendas más fantásticas de El Salvador, una que pocos conocemos, pero que en este blog traemos para que sepas de ella y la disfrutes, el campanario, la cascada, el deslave, el temporal y la destrucción del pueblo, amigos, fue real; también los naranjales y todo fue destruido por el fenómeno natural y el escritor supo sacar partido de todos estos elementos y crear la fantástica Leyenda de La Puerta del Diablo. En una versión también se dice que el diablo lanzó una maldición sobre el pueblo. La maldición fue que en venganza el diablo hizo que los habitantes de dicho pueblo fueran pequeños y nada atractivos, pero esta versión no está confirmada de manera escrita, pero si se relata de manera oral. ¿Te gusto la leyenda? Pues no te vayas y lee también la leyenda del precioso río Lempa en este enlace.

Espero como siempre esta leyenda haya sido de tu agrado, como siempre compártela, haz que más personas la conozcan y pues como siempre me despido y te espero en una próxima publicación.

Fuente: Libros de Letras Colección Tazumal


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