La Maldición del Pueblo Fantasma

El Extraño Caso de los Niños Desaparecidos

Un Hogar Lleno de Sombras

Mi abuela proviene de un pequeño y apartado pueblo, donde la tranquilidad se veía constantemente interrumpida por extraños y aterradores sucesos. Cuando ella se casó y tuvo a su primer hijo, mi padre, se instalaron en una humilde casita de lámina en las afueras del pueblo. Fue allí, en ese hogar envuelto en sombras, donde mi abuela experimentaría lo que quizás fue la experiencia más aterradora de su vida.

En aquel entonces, los habitantes del pueblo habían estado reportando la desaparición de niños durante la noche. Estos niños eran encontrados a la mañana siguiente, pálidos como fantasmas y con un extraño orificio en la cabeza, como si hubieran sido violentamente golpeados en la espalda. Un velo de miedo y de incertidumbre se cernía sobre el pueblo, y mi abuela, como madre primeriza, no podía evitar sentir un profundo terror.

Noche de Vigilia

Para proteger a su recién nacido hijo, mi abuela hacía lo posible por no dejarlo solo ni un solo instante durante las noches. Se acostaba a su lado, abrazándolo con fuerza, tratando de ahuyentar cualquier peligro que pudiera acechar en la oscuridad. Una noche, mientras esperaba el regreso de mi abuelo, algo extraordinario y aterrador ocurrió.

Mi abuela cuenta que, de pronto, sin saber cómo, sus ojos se cerraron, aunque ella no tenía sueño. Estaba despierta, pero completamente paralizada, incapaz de mover un solo músculo. Fue entonces cuando comenzó a escuchar un extraño sonido, como si algo caminara sobre el techo de lámina de su humilde hogar. El ruido cesó y mi abuela sintió un peso sobre la cama, acompañado de un extraño roce de plumas en sus pies. Aterrorizada, mi abuela comenzó a rezar, sintiendo un frío glacial, como si la puerta se hubiera abierto.

Huellas en la Noche

Después de un rato que pareció una eternidad, mi abuela logró abrir los ojos. Asustada, miró a su alrededor, solo para descubrir que su hijo estaba en el borde de la cama, a punto de caer. Sin embargo, la puerta seguía cerrada. Fue entonces cuando mi abuela notó algo aún más aterrador: en el suelo de tierra, había unas enormes huellas de ave marcadas.

Aterrorizada, mi abuela recurrió a los consejos de sus vecinos, quienes le aseguraron que una poderosa bruja de la zona intentaba llevarse a su hijo. Siguiendo sus instrucciones, mi abuela realizó todo tipo de rituales y prácticas para "proteger" a su bebé. Afortunadamente, después de eso, no volvieron a ocurrir más incidentes.

El Legado del Miedo

Aunque muchos piensan que los eventos vividos por mi abuela fueron simplemente supersticiones de un pueblo lleno de miedos, ella está convencida de que lo que experimentó fue real. Cada vez que me cuenta esta historia, lo hace con una mezcla de pavor y asombro, dejando una profunda huella en mí. 

El pueblo donde creció mi abuela sigue siendo envuelto en un manto de misterio y leyendas, y su experiencia personal se ha convertido en parte de la historia familiar, una advertencia sobre los peligros que acechan en la oscuridad de la noche.

Historia de Johanna S.